domingo, 6 de marzo de 2016

CINE - JÓVENES

PELICULA CIEN AÑOS DE PERDÓN - ¿QUÉ NOS QUIERE DECIR?


Cien años de perdón es una película española de suspense dirigida por Daniel Calparsoro y escrita por Jorge Guerricaechevarría. Su estreno está previsto para el 4 de marzo de 2016. Un grupo de ladrones liderados por El Uruguayo se dispone a robar un banco en Valencia. Su cometido es hacerse con el mayor número de cajas de seguridad posibles y huir a través de un túnel excavado que comunica directamente el banco con una estación de metro abandonada. Pero el jefe de prensa de la Presidencia del Gobierno descubre el auténtico propósito de los ladrones: buscan la caja 314, donde Gonzalo Soriano, ex-miembro del gobierno ahora en coma tras un grave accidente, depositó documentos con información comprometedora.



COMENTARIO A LA PELÍCULA


Decía un abogado en Spotlight que si se necesita una ciudad entera para criar a un niño también se necesita una ciudad entera para abusar de él.

Daniel Calparsoro, un especialista del cine de los bajos fondos como viene demostrando desde su debut en Salto al vacío, dirige eficiente y sobrio esta historia que comienza con un atraco a un banco y va ganando en complejidad según avanza la trama. Es en ese calibrar los tonos y en la dirección de actores donde sobresale el director de Invasor y Combustión que, por un lado, permite que sus actores se luzcan –celebrable Rodrigo de la Serna, que pasa de la amenaza más convincente, con visos del Joker de Heath Ledger, a resultarnos tierno como ladrón estafado– y, por otro, consigue que pasen desapercibidos. Es el caso, por ejemplo, de Raúl Arévalo, tan monocromo, tan en su papel de “hombre de confianza” del poderoso, que prácticamente desparece en él, favoreciendo a una historia que huye de dogmatismos y simplificaciones como le conviene al cine que retrata –aunque sea a través de los mandos intermedios– a las altas jerarquías de la política. Porque el telón de fondo de Cien años de perdón, más allá del robo a mano armada, es ese otro atraco más ruin y sibilino, el de la corrupción que ha asolado (y asola) España en los últimos años.

El acierto del guionista Jorge Guerricaechevarría, en forma de caja de seguridad con documentos incriminatorios dentro, es que no se limita a culpabilizar a los políticos de sus nefastas acciones. En el atraco de Cien años de perdón están pringados todos, desde los ladrones hasta la oposición y la directora del banco. Parece ser que si el pecado de robar a un país es de unos pocos, la responsabilidad de aceptar con naturalidad que eso ocurra la tenemos todos.

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