sábado, 29 de octubre de 2016

CINE EN FAMILIA



SIPNÓSIS PELÍCULA EL PODER DEL PERDÓN


Tras perder a su hijo en un accidente, Mac McDonald se sume durante 17 años en la amargura y el dolor, arruinando las relaciones con su familia, y convirtiéndose en un hombre enfrentado con Dios...y con todo el mundo. Su carrera en el departamento de policía también se resiente hasta llegar a una situación incendiaria cuando le asignan como compañero a Sam Wright, pastor a tiempo parcial y un cariñoso padre de familia.


CRÍTICAS A LA PELÍCULA


Ciertamente no se trata de una superproducción. Tiene el formato de la típica peli de sobremesa, pero está bien hecha y el guión, aunque predecible, es correcto. Además, el tema de fondo es hondo y enriquecedor. Es cine religioso, desde luego. Y además, desde el punto de vista estético, es típicamente evangélico (con negros que cantan en plan americano-carismático y todo eso), pero la peli trata de algo que compartimos todos los cristianos. Puedes estar abierto a ello o no, pero pienso que el mensaje de fondo tiene total validez: sin justicia no hay paz, pero si falta la misericordia, no se resolverán establemente los conflictos. ¿Quién no ha sido alguna vez agraviado? ¿Quien no necesita alguna vez ser perdonado?

Puedes decir: se ve de lejos que nos quieren vender algo.  Es cine catequético, pero ¿quién no quiere vender algo? Si dices que pasas de esas cosas, me quieres vender tu escepticismo.

No, gracias. Me quedo con quienes, sin imposiciones, me ofrecen soluciones alternativas y complementarias. ¿Por qué las pelis que destilan agnosticismo tienen carta blanca y a las pelis con fondo religioso se les exige justificación, cuando encuentro muchas más razones que fundamentan la visión transcendente de la vida que el sinsentido de la inmanencia...

Bonita y entrañable película acerca de la Gracia de Dios, un concepto poco tratado hoy en día desde que se fue sacando de la escuela por los poderes públicos, al menos en España, la asignatura de la religión. De ahí que ahora, cuando muchos jóvenes ven una película como ésta, les parece ñoña, inaguantable y la califican de la peor manera, quizás porque están muy acostumbrados a andar a altas horas de la noche dando voces por la calle, meándo en plena calle y durmiendo de día a las horas que desde que el mundo ha sido mundo siempre se con esas edades se ha estado trabajando: así pues, no es de extrañar que les resulte repelente una película de índole religioso, que trata sobre el perdón y la gracia.

El actor Michael Joiner hace de policía amargado por la muerte de un hijo suyo que a pesar de los muchos años pasados no ha podido superar ni perdonar. De pronto le asignan en el patrullaje de la ciudad a un compañero policía que es un sargento negro y en su tiempo libre pastor de una iglesia evangélica. Van a saltar chispas, pero Dios se vale de chispas así para introducirse a través de su gracia divina.

Una película ejemplar, de buenos ejemplos, familiar, educativa y religiosa. ¿Se puede pedir más? Desde luego, pero es obvio que películas con estas características le revuelven a algunos todo el veneno que guardan en su interior.







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