Fallout 4 se hace con el premio a Juego del Año en los DICE 2016
El RPG de acción de Bethesda supera a fuertes candidatos como el gigantesco The Witcher 3: Wild Hunt, el sobresaliente Rise of the Tomb Raider y el preciosista Ori and the Blind Forest
Ya está, ayer por la noche se celebró la decimonovena edición de los DICE Awards, y por fin podemos decir qué juego ha sido el mejor de 2015 si es que nos fiamos del criterio del jurado.
Sí, porque ha sido un año bastante reñido, hasta el punto de que no sabríamos elegir un claro merecedor del GOTY (Game of the Year). Por eso desde Juergoreviews preferimos quedarnos con la recomendación de nuestros redactores, colaboradores y gente del sector en vez de señalar a un juego en concreto, porque habría que descartar joyas como The Witcher 3: Wild Hunt, Rise of the Tomb Raider, Fallout 4, Undertale, Bloodborne… y eso es mucho decir.
Pero el jurado de los DICE Awards no tiene tantos miramientos y ha decidido elevar sobre el resto a Fallout 4, la última propuesta RPG de acción de Bethesda. No vamos a decir que no se lo merezca, pero es que realmente la cosa ha estado muy ajustada.
Imaginamos que ya todos sabéis de qué va la historia de cualquier Fallout, pero por si acaso haremos una breve introducción. Es el año 2077 y el mundo, después de prácticamente un siglo de bonanza en el que ha perdurado el feliz estilo de vida yanqui de los años 50 con sus familiares ejemplares, sus casitas con jardín, sus autocines y sus camareras en patines, se ve ahora inmerso en una crisis global debido al colapso de la producción y la caída de la demanda. Los recursos escasean y la guerra, tras décadas de paz, vuelve a asolar al mundo hasta el punto de que el apocalipsis nuclear es inevitable.
Pero eso nosotros no lo sabemos. Todo comienza como cualquier mañana más, frente al espejo de nuestro cuarto de bajo, eligiendo el look que luciremos hoy. En este mismo punto el jugador comienza a decidir quién va a ser, escogiendo el sexo de su personaje, el tono de su piel, el color de su pelo, esculpiendo sus pómulos, su altura, su anchura de hombros. Todo. La verdad es que el editor de personajes es muy profundo, y además la forma en la que está planteado, con ese matrimonio idílico que se halaga ante el espejo –‘¡Esos ojos! Ellos son los culpables de que te dijera que sí cuando me pediste salir’– resulta muy orgánica cuadrando a la perfección con la atmósfera del juego y dejando muy atrás esos editores artificiales, sosos e impersonales a los que estamos acostumbrados.
Una vez hemos decidido cómo lucirá nuestro personaje, toca empezar a descubrir el mundo en el que vivimos, que por suerte o por desgracia no será el mismo que el mundo en el que viviremos apenas unos minutos de juego después. Es decir, salimos del baño, conocemos a nuestro criado robótico Codsworth, jugamos con nuestro bebé, leemos el periódico, nos tomamos un café… Llaman a la puerta. Es un vendedor que nos insiste en que firmemos unos papeles para asegurarnos una plaza gratuita en un refugio antinuclear. Vamos a ver, sabemos por las noticias que el mundo está mal, pero ¿en serio van a caer bombas atómicas sobre Boston? ¿En serio vamos a tener que dejar atrás nuestra linda casita a las afueras? La respuesta es sí.
Ya en esta primera conversación con el vendedor podemos ver lo importante que será nuestra forma de relacionarnos con los demás en Fallout 4. Siempre contamos con varias opciones, que van desde el sarcasmo hasta la amabilidad total, el pasotismo o hacernos los tontos. Según como decidamos interactuar en dichas conversaciones podemos obtener unos resultados muy distintos, y eso es algo enorme, porque hay personajes que se sienten intimidados y ceden a nuestras exigencias, otros que se ponen a la ofensiva, que nos desbloquearán misiones, que nos ofrecerán recursos. Podremos así ganarnos amigos y enemigos, e incluso forjarnos valerosos compañeros que nos acompañarán en nuestras andaduras...
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