domingo, 6 de diciembre de 2015

Consumo de Alcohol en los jóvenes



De acuerdo con un informe del centro de atención de adolescentes Casa Fusa, en coincidencia con la 5ª encuesta de la Sedronar.

El consumo de alcohol en jóvenes se duplicó en los últimos diez años

Aunque los varones siguen bebiendo más, las mujeres triplicaron su nivel de ingesta. La práctica se inicia antes de los 13 años, e incide en hechos de tránsito, contagios de enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados.

El consumo de alcohol en los jóvenes se duplicó en los últimos diez años. Los varones siguen tomando más que las mujeres, pero ellas vienen triplicando su nivel de consumo. La práctica se inicia antes de los 13 años y en el 70% de los casos lo que se toma es cerveza. Así lo aseguran especialistas del centro de atención de adolescentes Casa FUSA, a partir de un relevamiento en sus consultorios, coincidente con las estadísticas de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar).

Las preocupaciones de los especialistas se concentran en las consecuencias que les pueda traer a esos adolescentes la pérdida de conciencia, como son los embarazos no deseados, los hechos de tránsito o el contagio de enfermedades de transmisión sexual.

"Se ve cotidianamente en los consultorios. Empezó a bajar la edad de consumo de alcohol esporádico, lo cual no condiciona una enfermedad, a menos que a la larga sea habitual. Pero lo que hoy nos preocupa es que el alcohol haga que los adolescentes no puedan discernir y eso los lleve a situaciones de vulnerabilidad frente a las relaciones sexuales, al consumo de otras sustancias o al riesgo de ser atropellados", advierte el doctor Enrique Berner, especialista en pediatría y adolescencia, jefe del servicio de Adolescencia del Hospital Argerich, y director adjunto de Casa FUSA. Esta organización sin fines de lucro ofrece consejería gratuita, al igual que los hospitales públicos porteños y los 239 centros de prevención o de atención de adicciones de la provincia de Buenos Aires. Para ejemplificar los riesgos, Berner relata: "Hay chicas que vienen a buscar anticoncepción de emergencia porque, al tomar mucho alcohol, no recuerdan si tuvieron sexo o no." 
Uno de los nudos centrales del problema es que los adolescentes que comenzaron a consumir a edad temprana no lo ven como un inconveniente. "En el marco de las entrevistas médicas personalizadas que realizan los jóvenes con nuestro staff médico, surge que en la adolescencia, la salud no es una de sus principales preocupaciones: tienen una percepción sana sobre sí mismos", asegura la doctora Sandra Vázquez, directora ejecutiva de Casa FUSA.

El año pasado se conoció la tercera Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, a cargo del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) y del Ministerio de Salud de la Nación, que indaga cada cuatro años sobre enfermedades crónicas no transmisibles, aquellas que explican el 60% de las muertes en la Argentina. Ese informe reveló que el 10,4% de la población transitó alguna vez un consumo de alcohol episódico excesivo, mientras que la cifra cuatro años atrás era del 8,9 por ciento. El consumo de alcohol regular de riesgo se mantuvo en torno al 10%, sin variaciones notables desde 2005.

Ese trabajo confirmó la tendencia de la 5ª encuesta de la Sedronar, que afirma que entre 2001 y 2011 se incrementó un 113% el abuso de alcohol entre los estudiantes secundarios, aunque el mayor salto estadístico se dio entre 2001 y 2005, con un 67 por ciento. Ese trabajo indicaba que la edad promedio en la que se inicia la ingesta de alcohol es de 13 años, y que no hay diferencias entre varones y mujeres ya que ambos beben por igual.

Viviana Baranchuk es directora médica de la Fundación DAAT, que también difundió un relevamiento al respecto. "Hablar de consumo de alcohol se convirtió en algo habitual, como si fuese un consumo mas, equiparado a una bebida común. Hay cierto permiso de los padres, que buscan conectarse con los hijos de manera horizontal. Creen que les hacen un favor al permitirles este consumo. Y hay también una presión social, donde el que no consume queda excluido", sostiene la especialista, que considera que la mayoría de edad es un buen punto de corte hasta el cual no conviene comenzar a beber alcohol. Baranchuk explica que el "límite normal", que puede ser metabolizado por el hígado, es de una copa diaria para la mujer y dos en el hombre. "Porque la mujer no metaboliza bien el alcohol, y sin embargo está aumentando su consumo a la par que el hombre, con lo cual a futuro habrá más problemas", argumenta.








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