REFLEXIÓN: IR DE JORNALERO POR LA VIDA
Uno de los grandes retos de la vida espiritual es recibir el perdón de Dios. Hay algo en nosotros que nos hace aferramos a nuestros pecados y nos previene de dejar a Dios que borre nuestro pasado y nos ofrezca un comienzo completamente nuevo. A veces parece como quisiera demostrar a Dios que mi oscuridad es demasiado grande como para vencerla. Mientras Él quiere devolverme toda la dignidad de su condición de hijo suyo, yo sigo insistiendo en que me contentaría con ser un jornalero. Pero ¿Realmente quiero que se me devuelva toda la responsabilidad del hijo? ¿Realmente deseo que se me perdone totalmente y que me sea posible vivir de otra forma? ¿Tengo la suficiente fe en mi mismo y en una encomienda tan radical? ¿Deseo romper con mi tan arraigada rebelión contra Dios y rendirme a su amor tan absoluto que puede hacer que surja una persona nueva? Recibir el perdón implica voluntad de dejara Dios ser Dios de dejarle hacer todo el trabajo de situación, restauración y renovación de mi persona. Siempre que intento hacer yo solo parte del trabajo termino conformándome con soluciones del tipo «convertirme en jornalero».
(Henry JM Nouen)
ORACIÓN
Te pido que bendigas mi humana fragilidad
Cura mis heridas y que no sangren más.
Dame un amor que supere mi dolor, que sea capaz de amar
a quienes me han causado tal dolor.
Porque sólo perdonando encontramos nuestra naturaleza humana.
Un amor que sepa perdonar y curar nos muestra quiénes somos:
frágiles vasos de arcilla, llenos de poder y aroma divino.
Hazme más profundamente humano y acércame más hacia Ti,
para que pueda conocer la alegría de perdonar de corazón.
(Joe Mannath)
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