domingo, 30 de abril de 2017

EDUCA - FAMILIA


EDUCAR EN LA AFECTIVIDAD A LOS NIÑOS - EDUCAR EN VALORES

La afectividad es la necesidad que tenemos los seres humanos de establecer lazos con otras personas. Una afectividad positiva es la primera garantía de estabilidad emocional y seguridad que necesitan los niños, tanto en uno mismo como en los demás, y para que un niño la desarrolle es determinante la actitud de los padres, que deben mostrar una buena determinación para colaborar en la educación afectiva de sus hijos.


Afectividad emocional de los niños

La actitud es la predisposición que tenemos para actuar de una manera determinada ante cualquier experiencia, y la forma en que se afronta y valora. Ésta varía continuamente a lo largo de la vida. Los factores que hacen que la actitud se modifique son la información que recibimos del entorno a través de interacciones verbales y no verbales, los pensamientos, los sentimientos, los comportamientos y sus consecuencias.

Todas estas variables están interrelacionadas, por lo que un cambio en cualquiera va a producir variaciones en las demás, modificando la actitud. Aunque este dinamismo se da a lo largo de todo el ciclo vital, la infancia y la adolescencia son momentos críticos en su configuración general.

Cuando hablamos de “la buena o mala actitud de nuestro hijo”, solemos referirnos a su conducta, puesto que es el único factor observable. Sin embargo, no es más que la punta del iceberg de las variables que intervienen y condicionan el desarrollo integral del niño. En este artículo nos centraremos en el papel de la afectividad y en las pautas que pueden facilitar su adecuado desarrollo.


La afectividad en los niños

La expresión afectivo hace referencia a la necesidad que tenemos los humanos de establecer vínculos con otras personas que nos ayuden en la supervivencia y nos proporcionen estabilidad emocional y seguridad. Al nacer desprotegidos, necesitamos a los adultos para cubrir las necesidades básicas, como el abrigo, la comida, la bebida y el descanso. Por ello, la naturaleza nos dota del “instinto maternal”, a partir del cual se creará el primer vínculo afectivo: el apego.


Tipos de apego en los niños

Existen diferentes estilos de apego –seguro, ansioso ambivalente y evitativo– y dependiendo de cuál se adopte y de su calidad, el grado de seguridad del niño variará, tanto con respecto a él mismo (en términos de autoestima) como con los demás (en términos de confianza). Gracias al apego, el niño aprenderá a querer, a besar, a acariciar, a reconocer sus sentimientos y los de los demás, a expresarlos, a superar los fracasos sin que ello afecte a su estabilidad emocional; en resumen: a vivir de forma positiva.

Seguro: El niño no se muestra especialmente alterado por la separación de la persona objeto de apego y, al volverse a reunir, se siente bien junto a ella.

Ansioso ambivalente: Después de la separación, el niño muestra reacciones de rechazo y aproximación hacia la persona objeto de apego.

Evitativo: El niño, tras la separación del objeto de apego, evita a dicha persona y parece sentirse mejor con otras menos próximas.


Julia Silva García. Psicóloga




REZA EN FAMILIA

PEDIMOS EN FAMILIA POR LA PAZ EN EL MUNDO




FRASES - FAMILIA


PALABRA DE DIOS

DOMINGO 3º DE PASCUA /A





COMENTARIO A LA PALABRA DE DIOS POR PAGOLA

Dos discípulos de Jesús se van alejando de Jerusalén. Caminan tristes y desolados. En su corazón se ha apagado la esperanza que habían puesto en Jesús, cuando lo han visto morir en la cruz. Sin embargo, continúan pensando en él. No lo pueden olvidar. ¿Habrá sido todo una ilusión?

Mientras conversan y discuten de todo lo vivido, Jesús se acerca y se pone a caminar con ellos. Sin embargo, los discípulos no lo reconocen. Aquel Jesús en el que tanto habían confiado y al que habían amado tal vez con pasión, les parece ahora un caminante extraño.

Jesús se une a su conversación. Los caminantes lo escuchan primero sorprendidos, pero poco a poco algo se va despertando en su corazón. No saben exactamente qué. Más tarde dirán: “¿No estaba ardiendo nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino?”

Los caminantes se sienten atraídos por las palabras de Jesús. Llega un momento en que necesitan su compañía. No quieren dejarlo marchar: “Quédate con nosotros”. Durante la cena, se les abrirán los ojos y lo reconocerán. Este es el primer mensaje del relato: Cuando acogemos a Jesús como compañero de camino, sus palabras pueden despertar en nosotros la esperanza perdida.

Durante estos años, muchas personas han perdido su confianza en Jesús. Poco a poco, se les ha convertido en un personaje extraño e irreconocible. Todo lo que saben de él es lo que pueden reconstruir, de manera parcial y fragmentaria, a partir de lo que han escuchado a predicadores y catequistas.

Sin duda, la homilía de los domingos cumple una tarea insustituible, pero resulta claramente insuficiente para que las personas de hoy puedan entrar en contacto directo y vivo con el Evangelio. Tal como se lleva a cabo, ante un pueblo que ha de permanecer mudo, sin exponer sus inquietudes, interrogantes y problemas, es difícil que logre regenerar la fe vacilante de tantas personas que buscan, a veces sin saberlo, encontrarse con Jesús.

¿No ha llegado el momento de instaurar, fuera del contexto de la liturgia dominical, un espacio nuevo y diferente para escuchar juntos el Evangelio de Jesús? ¿Por qué no reunirnos laicos y presbíteros, mujeres y hombres, cristianos convencidos y personas que se interesan por la fe, a escuchar, compartir, dialogar y acoger el Evangelio de Jesús?

Hemos de dar al Evangelio la oportunidad de entrar con toda su fuerza transformadora en contacto directo e inmediato con los problemas, crisis, miedos y esperanzas de la gente de hoy. Pronto será demasiado tarde para recuperar entre nosotros la frescura original del Evangelio.





COMPAÑERO DE CAMINO


... lo que les había acontecido en el camino Lc 24, 35-48

Hay muchas maneras de obstaculizar la verdadera fe. Está la actitud del fanático que se agarra a un conjunto de creencias sin dejarse interrogar nunca por Dios y sin escuchar jamás a nadie que pueda cuestionar su posición. La suya es una fe cerrada donde falta acogida y escucha del Misterio y donde sobra arrogancia. Esta fe no libera de la rigidez mental ni ayuda a crecer, pues no se alimenta del verdadero Dios.

Está también la posición del escéptico que no busca ni se interroga, pues ya no espera nada ni de Dios, ni de la vida, ni de sí mismo. La suya es una fe triste y apagada. Falta en ella el dinamismo de la confianza. Nada merece la pena. Todo se reduce a seguir viviendo sin más.

Está además la postura del indiferente que ya no se interesa ni por el sentido de la vida ni por el misterio de la muerte. Su vida es pragmatismo. Sólo le interesa de verdad lo que puede proporcionarle seguridad, dinero o bienestar. Dios le dice cada vez menos. En realidad, ¿para qué puede servir creer en él?

Está también el que se siente propietario de la fe, como si ésta consistiera en un «capital» recibido en el bautismo y que está ahí, no se sabe muy bien dónde, sin que uno tenga que preocuparse de más. Esta fe no es fuente de vida, sino «herencia» o «costumbre» recibida de otros. Uno podría desprenderse de ella sin apenas echarla en falta.

Está además la fe infantil de quienes no creen en Dios, sino en aquellos que hablan de él. Nunca han hecho la experiencia de dialogar sinceramente con Dios, de buscar su rostro o de abandonarse a su misterio. Les basta con creer en la jerarquía o confiar en «los que saben de esas cosas». Su fe no es experiencia personal. Hablan de Dios «de oídas».

En todas estas actitudes falta lo más esencial de la fe cristiana: el encuentro personal con Cristo. La experiencia de caminar por la vida acompañados por Alguien vivo con quien podemos contar y a quien nos podemos confiar. Sólo él nos puede hacer vivir, amar y esperar a pesar de nuestros errores, fracasos y pecados.

Según el relato evangélico, los discípulos de Emaús contaban «lo que les había acontecido en el camino» (Lc 24, 35). Caminaban tristes y desesperanzados, pero algo nuevo se despertó en ellos al encontrarse con un Cristo cercano y lleno de vida. La verdadera fe siempre nace del encuentro personal con Cristo como «compañero de camino».

Si alguna vez, por pequeña que sea nuestra experiencia, al celebrar la Eucaristía nos sentimos fortalecidos en nuestro camino y alentados para continuar nuestro vivir diario, no olvidemos que Jesús es quien está alimentando nuestra vida y nuestra fe.




domingo, 23 de abril de 2017

REZA EN FAMILIA


INTERÉSATE - FAMILIA

VIOLENCIA EN EL FÚTBOL: TÚ HIJO NO VA A LLEGAR A PRIMERA DIVISIÓN, DÉJALO EN PAZ




Psicólogos y entrenadores explican que la insana competitividad fomentada por algunos padres provoca violencia en el fútbol infantil


Marco González tiene 20 años y desde hace tres meses es árbitro de categorías inferiores de fútbol en Madrid. Lo primero que le llamó la atención en su proceso de aprendizaje fue el mensaje que muchos compañeros, ya árbitros, le trasladaron cuando él estaba preparando el examen. “Prepárate para los insultos. Va en el sueldo”. Marco se formó como colegiado con este mantra de fondo.

“Me advirtieron de que tenía que estar preparado, pero en los primeros meses te toca arbitrar a niños de 6, 7 u 8 años. Y ahí, pensaba yo, no me van a insultar”. Se equivocaba Marco. Y de su error cayó la semana pasada arbitrando un Canillas contra Fundación Rayo Vallecano de categoría prebenjamín madrileña. Es decir, los jugadores tenían seis y siete años. “Básicamente son niños que corren detrás de la pelota para aprender coordinación y divertirse”, explica Marco.

Cuando faltaban unos 10 minutos para el final del partido, Marco pitó un penalti en contra del equipo local, el Canillas. “Había un grupo de padres detrás de la portería y, tras pitar el penalti, me empezaron a insultar”. Era los padres de los niños de seis y siete años que estaban en el campo. “¿Qué haces, árbitro? ¡Hijo de puta! ¡Eres un mongolo! ¡Te mereces un bofetón!”. Las lindezas las recogió Marco en el acta tras el partido. “Los últimos 10 minutos de partido, cada vez que me acercaba a esa portería, me insultaban. Al escuchar los gritos, los niños del equipo local empezaron también a protestar; levantaban los brazos y se quejaban de todo. Hasta ese momento se habían dedicado sólo a jugar”. ¿A qué, si no, se puede dedicar un niño de seis años?

Paco Paz es el presidente del Unión 2000 de Parla, un club con más de 300 niños repartidos en distintas categorías y equipos. Nos recibe en las instalaciones Alfredo Di Stéfano de su ciudad, al sur de Madrid. De fondo, el equipo de categoría infantil (12 años) juega un partido. Es domingo por la mañana. Un grupo de padres, apoyado en la valla del campo, le grita al árbitro: “¡Hay que moverse árbitro! ¡Hay que correr!”. Paco tuerce el gesto. Después comenta: “Raro es el fin de semana que no tienes un incidente. Y eso que nosotros lo controlamos. Estamos cuatro o cinco en la directiva y nos repartimos en los partidos para vigilar”, dice Paco. “Lo más normal es que haya insultos, discusiones, amenazas, insultos al árbitro... Yo es algo que no puedo comprender. Creo que hay mucho padre frustrado”.

A Marco, árbitro madrileño, unos padres le insultaron y le amenazaron la semana pasada por pitar un penalti en un partido de niños de seis años

El hijo de Roberto Trujillo juega en un equipo de infantiles. Hoy, Roberto, ha venido a verlo. En el descanso del partido, nos atiende. “Hay padres que vienen con mucha tensión. Son pocos, pero los hay”, explica desde la grada. “Hay padres que se toman en serio esto. Muy en serio. Y no ven esto como un hobby de su hijo, como una forma de divertirse, sino como si fueran profesionales. Y de ahí vienen muchos problemas”. Después añade, con rostro de asombro: “El otro día dos padres casi se pegan en un partido de prebenjamines”.

Lo que Marco, Paco y Roberto describen es el clima que, demasiadas veces, se vive en los partidos de futbol base en España. Salta de vez en cuando la noticia cuando ese clima deviene en tornado, casi siempre en forma de vídeo viral. Ocurrió hace dos semanas en Mallorca en una pelea entre padres de equipos de categoría infantil que acabó en el cuartelillo de la Guardia Civil. Pero el problema tiene mucho más fondo. Un fondo que tiene que ver con ausencia de valores, clima de insana competitividad y proyección de problemas adultos sobre niños que solo pretenden divertirse.




Jugarse el Pichichi con seis años

José es un padre gallego que prefiere no decir en qué equipo juega su hijo. “No quiero líos con los otros padres”, dice. Cuenta que se sorprendió el día en el que su hijo, de siete años, le dijo que iba segundo en el Pichichi del campeonato, esto es, en la clasificación de máximos goleadores. “Tienen siete años y les cuentan los goles y minutos que llevan. Puedes entrar en Internet y encontrar estos datos. Ahora, explícale tú a mí hijo de siete años que, en el próximo partido que tenga que elegir entre marcar o pasar a un compañero mejor situado, debe pasarla”.

¿Tiene sentido esta forma de competir en niños tan pequeños? “Obviamente", prosigue José, "yo quiero que mis hijos deseen ganar, que jueguen y se entreguen para ganar. Pero no que entiendan que eso es lo más importante. Y mucho menos que su éxito personal es el objetivo”.

No solo son los goles. José Juan Carro, responsable del Área Técnica de Deportes del Ayuntamiento de Parla, explica que todavía quedan no pocos clubes que, en categorías de niños pequeños, no reparten minutos equitativamente, entregan el brazalete de capitán a uno de los niños en lugar de rotarlo, fijan posiciones, contabilizan minutos y goles o publican clasificaciones y estadísticas en prensa o internet. “Es una aberración”, comenta José Juan. “Es lo contrario que se debe hacer para el desarrollo y la formación de un niño pequeño. Por un lado, en la escuela, les están explicando unos valores y por otro, en el campo, les transmiten los opuestos”.

Paco Paz, presidente del Unión 2000, cuenta que, hace unas pocas semanas, descubrió algo muy significativo en la categoría chupetes. “Es la anterior a prebenjamines, la más pequeña, niños de 5 y 6 años. En esta categoría no hay clasificación, solo juegan partidos sin sumar puntos. Pero descubrí que un grupo de padres llevaba por su cuenta una clasificación, con puntos y goles. De niños de 6 años”.

Guillermo Calvo forma parte de la Escuela Deporte y Crecimiento Personal (Escuela DCP) y es coautor, junto a David García, del libro Deporte y Valores, editado por la Fundación Mutua Madrileña. “Hay clubes y padres que demuestran una total falta de empatía con los niños. Proyectan valores adultos a un juego llevado a cabo por niños. Trasladan cosas propias de Primera División a un torneo de niños de ocho años. En definitiva: le dan importancia a cosas que los propios niños no le dan”.

Una de las consecuencias de este comportamiento es un clima de tensión, en ocasiones de violencia, en los partidos. Muy visible en las últimas semanas, pero que lleva existiendo desde el origen de los torneos de fútbol base en España. El foco, sobre todo, se ha puesto en los padres, responsables últimos y ejemplos vitales para los críos.

“Los padres no pueden ser instigadores de esta competitividad, de esta presión. No pueden alimentar este clima violento”. Lo dice Quique Hermo, psicólogo deportivo.

“Esta competitividad mal entendida en niños es uno de los factores que explican la violencia. También la física”. Toma la palabra David García, coautor del libro ‘Deporte y Valores’. “El fútbol en sí no es bueno ni malo, son los padres y entrenadores los que pueden convertirlo en una cosa o la otra”.


No quiero ser como Beckham

Cuenta José, el padre gallego, que el otro día estaba en un partido de su hijo de siete años cuando, al poco de comenzar el encuentro, el entrenador local insultó al árbitro. “Delante de los niños, claro. De sus propios jugadores”, recalca. El colegiado lo expulsó con tarjeta roja. “Ahí se quedaron los niños, en el banquillo, solos. Tuvo que ir un padre a sentarse con ellos el resto del partido”. A José le entra la risa, una risa que condensa el absurdo de la escena.

“Ni entrenadores ni padres pueden proyectar su competitividad -muchas veces frustrada- en partidos de niños pequeños. Porque los perjudicados son los niños”, retoma José Juan Carro, del Ayuntamiento de Parla. Y toca un punto clave de este asunto: la actitud de los adultos no les perjudica a sí mismos, perjudica a los niños.

“Los chavales son los afectados, sin ninguna duda”, dice Paco Paz, presidente del Unión 2000. “Vemos no pocas veces a niños de 10 años salir llorando del partido por los gritos del padre o por insultos. ¿Ver así a su hijo no es frustrante para ese padre? ¿De verdad le frustra más que pierda un partido?”, se pregunta Paco.

"Hay clubes y padres que demuestran una total falta de empatía con los niños. Proyectan valores adultos a un juego llevado a cabo por niños. Trasladan cosas propias de Primera División a un torneo de niños de ocho años"

El sufrimiento de los más pequeños suele desembocar, en el mejor de los casos, en el abandono del fútbol. Se llama síndrome de estar quemado y lo explica David García. “Los chavales se cansan de competir. Han ido en busca de diversión y se han encontrado presión. Y muchas veces no pueden dejarlo porque tienen miedo a decepcionar al padre o al entrenador”.

Tal vez estaría bien que los padres tuvieran en mente ciertas estadísticas. Una de ellas señala que, en España, cada año, compiten aproximadamente 100.000 futbolistas juveniles federados. Si tenemos en cuenta que en nuestro país existen unos 2.500 futbolistas profesionales y que la vida media de un futbolista profesional es de cinco años, la probabilidades de que un juvenil llegue a profesional se reducen a un 1%. Si partimos desde infantiles, cadetes o alevines, las probabilidades decrecen.

Llegar a ser futbolista profesional no significa, necesariamente, llegar a Primera o Segunda División. En estas dos categorías de élite juegan, aproximadamente, unos mil futbolistas españoles. Tomando de nuevo cinco años como carrera futbolística media, las probabilidades de que nuestro hijo debute en Segunda o en Primera se reducen a un 0,4%.

A ver si así, dice José, el padre gallego, el mensaje queda claro: “Gana el que mejor se lo pasa”.


Lidiar con la violencia

La consecuencia más absurda de este clima adopta forma de pelea y, cuando estalla, tiene difícil solución. Ni federaciones ni clubes tienen potestad para clausurar campos ni para sancionar a padres sin perjudicar al niño.

Manuel Bosch es el secretario general de la Federación de Fútbol de Baleares, lugar donde se produjo una de las últimas y más graves peleas entre padres en un partido de infantiles. “Tanto federaciones como clubes tenemos las manos un poco atadas”, explica. “Los campos son municipales, por lo que no se pueden cerrar. Tampoco podemos castigar a un padre sin ir a partidos o entrenamientos porque su hijo es menor, y no podemos prohibir acceder al padre a un lugar en el que está el chico”.

Marco González recibió insultos y amenazas por parte de un grupo de padres tras pitar un penalti en un partido de prebenjamines.

De modo que, en la mayoría de los casos, lo que hacen clubes y federaciones es denunciar a la justicia ordinaria, que impone multas y sí puede prohibir el acceso a recintos deportivos. La otra opción es expulsar a los niños del equipo, para librarse de paso de los padres violentos.

“En todos los casos -retoma Bosch- el chaval es el perjudicado”. Paco Paz añade: “Hay clubes, como el nuestro, que tienen reglamentos internos. Nosotros castigamos a los padres que se comportan mal sin acceder al campo, pero tienen que aceptarlo ellos. No podemos obligarles”.

Así pues, la prevención se dibuja como la única solución. Y la prevención pasa por formación y comunicación entre entidades y padres.

“Se debería implementar en todos los clubs una cultura educativa y deportiva que englobe a todos los participantes en el desarrollo de la competición club, jugadores, entrenadores, árbitros y padres”, explica Quique Hermo. Traducido a cosas tangibles, lo que psicólogos y formadores deportivos llevan años pidiendo es que los clubes organicen charlas y formación entre padres y el resto de actores involucrados.

Muchos clubes -sobre todo los clubs grandes, con canteras muy poderosas- ya llevan a cabo este tipo de charlas. La AD Alcorcón, por ejemplo (cuyo equipo profesional milita en Segunda División), reúne cada pocos meses a padres, entrenadores y árbitros para hablar, coordinados por psicólogos deportivos, sobre conducta, relación con los niños, valores a transmitir, etcétera. Es raro que se den capítulos de violencia con equipos de renombre involucrados.

Otra historia son los clubes humildes. Los hay que viven de espaldas a los padres y los hay que lo intentan y no lo logran. "No todos los padres están por la labor”, señala Paco Paz. Y explica que, cada temporada, él organiza un encuentro con los padres al que, muchos de ellos, no asiste. El propio Ayuntamiento de Parla preparó la semana pasada un encuentro con clubes de fútbol y padres y sólo asistió al mismo el 30% de las entidades.

“La formación y comunicación son fundamentales”, añade Guillermo Calvo. “Se necesitan reglamentos internos en los clubes, deberes para los padres, hacerlos partícipes de los valores del club, decálogos… Los padres no pueden quedarse a parte y comportarse como si el fútbol no fuera una parte de la vida real. Como si en el partido de su hijo todo valiese y fuera lícito desfogarse. Eso no es deporte”.

“Yo, a los padres, se lo digo muchas veces”, concluye Paco apurando un café en las instalaciones de su club. “Que estos momentos no los van a volver a vivir con el crío. Que los disfruten, que se relajen. Y me suelen dar la razón”





EDUCA - FAMILIA

LOS NIÑOS HIPERACTIVOS SUFREN "TRASTORNO CEREBRAL" Y NO SON MALEDUCADOS - Según un estudio Internacional en Holanda




Los niños hiperactivos y con déficit de atención sufren «un trastorno cerebral» producto de la lentitud en el crecimiento neuronal, según un estudio internacional publicado en Holanda que pide poner fin al estigma tradicional de «mala educación» para explicar el comportamiento de esos pequeños.

«Hay una base neurobiológica que explica el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Y eso los padres deben tenerlo claro y aprender a lidiar con sus hijos», explica a Efe Marcel Wortel, del hospital universitario de Nijmegen, en Holanda, que dirigió esta investigación.

Hay cinco puntos o regiones visibles en el cerebro que muestra una lentitud en el crecimiento neuronal en las personas con TDAH, lo que no ocurre con los que no lo sufren. Uno de los trastornos más evidentes localizados por los científicos está en los ganglios basales, la parte del cerebro involucrada en el control de la emoción y la cognición, y que se encuentra cerca de la base del cerebro, dentro del telencéfalo.

Esto muestra que el volumen total del cerebro es menor en personas con TDAH, en comparación con personas totalmente sanas. Dos de los puntos visibles de tamaño reducido están también en la amígdala y el hipocampo. En la amígdala radican las emociones básicas como el enfado o el miedo; es decir, la región del cerebro que desempeña la regulación de las emociones. El papel del hipocampo está menos claro -explican los investigadores- pero «posiblemente tenga también que ver con la motivación y la regulación emocional».


Medicación y síntomas

En cuanto a la medicación, el estudio demuestra que esta suprime los síntomas, pero no tiene ningún efecto sobre el volumen cerebral de las personas con TDAH, es decir, no cura el problema original. Según el estudio, las diferencias son aún más evidentes en niños y adultos jóvenes, que en personas más mayores, y por ello los investigadores asumen que el retraso en el desarrollo del cerebro es una característica del TDAH. La investigación se basó en el mayor estudio de neuroimágen realizado hasta la fecha en personas con déficit de atención. En total se compararon imágenes de 1.713 personas con TDAH y 1.529 personas sin este trastorno, todos en edades comprendidas entre los 4 y los 63 años. «Las diferencias que hemos encontrado pueden explicar el retraso en el desarrollo cerebral que caracteriza este trastorno de atención», aseguran los científicos del centro Radboud de Nijmegen.

El TDAH se caracteriza por síntomas de falta de atención, impulsividad e hiperactividad, y lo sufren uno de cada veinte niños (menores de 18 años) en todo el mundo, y dos tercios sufren sus efectos o mantienen signos en su vida adulta. «Este es un trastorno del cerebro al igual que lo es la depresión clínica, la esquizofrenia y el trastorno bipolar, también asociados con los volúmenes cerebrales anormales», explica la investigadora Martine Hoogman, del centro médico de Nijmegen.

Los resultados de esta investigación, resalta, exigen poner fin a los estigmas tales como que el TDAH está causado por «la mala educación» o que los niños «son difíciles» de educar, ya que solo es cuestión de que el cerebro madura a otro ritmo. El estudio, dirigido por la científica holandesa Barbara Franke, ha sido publicada en el último número de la revista científica Lancet Pschiatry.

Según la publicación, en investigaciones anteriores se solían detectar «diferencias conflictivas» en los cerebros de un grupo de personas con TDAH, probablemente -añade- debido al uso de una población de estudio muy pequeña y poco comparativa. Sin embargo, las causas siguen siendo objeto de controversia, por eso los autores de esta investigación piden «no estigmatizar» a los pequeños con hiperactividad y déficit de atención, a la espera de encontrar remedio a este trastorno, si lo hay.

«Solo hemos encontrado las diferencias, no las causas de estas diferencias o los efectos de un tratamiento», lamenta Wortel, ante la pregunta de cómo deberían lidiar los padres con los niños que sufren este trastorno.


FRASES - FAMILIA


PALABRA DE DIOS

EVANGELIO DOMINGO 23 ABRIL 2017 - II DOMINGO DE PASCUA


Lectura del santo Evangelio según san Juan 20, 19-31:

Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:

«Paz a vosotros».

Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:

«Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo».

Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo:

«Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos».

Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían:

«Hemos visto al Señor».

Pero él les contestó:

«Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo».

A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo:

«Paz a vosotros».

Luego dijo a Tomás:

«Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente».

Contestó Tomás:

«Señor mío y Dios mío!».

Jesús le dijo:

«¿Porque me has visto has creído? Bienaventurados los que crean sin haber visto».

Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Estos han sido escritos para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.


Palabra de Dios




EVANGELIO COMENTADO POR PAGOLA: JESÚS SALVARÁ A SU IGLESIA


Aterrados por la ejecución de Jesús, los discípulos se refugian en una casa conocida. De nuevo están reunidos, pero ya no está con ellos Jesús. En la comunidad hay un vacío que nadie puede llenar. Les falta Jesús. ¿A quién seguirán ahora? ¿Qué podrán hacer sin él? «Está anocheciendo» en Jerusalén y también en el corazón de los discípulos.

Dentro de la casa están «con las puertas bien cerradas». Es una comunidad sin misión y sin horizonte, encerrada en sí misma, sin capacidad de acogida. Nadie piensa ya en salir por los caminos a anunciar el reino de Dios y curar la vida. Con las puertas cerradas no es posible acercarse al sufrimiento de las gentes.

Los discípulos están llenos de «miedo a los judíos». Es una comunidad paralizada por el miedo, en actitud defensiva. Solo ven hostilidad y rechazo por todas partes. Con miedo no es posible amar al mundo como lo amaba Jesús ni infundir en nadie aliento y esperanza.

De pronto, Jesús resucitado toma la iniciativa. Viene a rescatar a sus seguidores. «Entra en la casa y se pone en medio de ellos». La pequeña comunidad comienza a transformarse. Del miedo pasan a la paz que les infunde Jesús. De la oscuridad de la noche pasan a la alegría de volver a verlo lleno de vida. De las puertas cerradas van a pasar pronto a anunciar por todas partes la Buena Noticia de Jesús.

Jesús les habla poniendo en aquellos pobres hombres toda su confianza: «Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo a vosotros». No les dice a quién se han de acercar, qué han de anunciar ni cómo han de actuar. Ya lo han podido aprender de él por los caminos de Galilea. Serán en el mundo lo que ha sido él.

Jesús conoce la fragilidad de sus discípulos. Muchas veces les ha criticado su fe pequeña y vacilante. Necesitan la fuerza de su Espíritu para cumplir su misión. Por eso hace con ellos un gesto especial. No les impone las manos ni los bendice, como a los enfermos. Exhala su aliento sobre ellos y les dice: «Recibid el Espíritu Santo».

Solo Jesús salvará a su Iglesia. Solo él nos liberará de los miedos que nos paralizan, romperá los esquemas aburridos en los que pretendemos encerrarlo, abrirá tantas puertas que hemos ido cerrando a lo largo de los siglos, enderezará tantos caminos que nos han desviado de él.

Lo que se nos pide es reavivar mucho más en toda Iglesia la confianza en Jesús resucitado, movilizarnos para ponerlo sin miedo en el centro de nuestras parroquias y comunidades, y concentrar todas nuestras fuerzas en escuchar bien lo que su Espíritu nos está diciendo hoy a sus seguidores.



PALABRA DE DIOS

EVANGELIO DEL DOMINGO DE RESURRECCIÓN 2017


Lectura del santo Evangelio según san Juan 20, 1-9:

El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.

Echó a correr y fue donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo, a quien tanto quería Jesús, y les dijo:

–«Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto.»

Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; y, asomándose, vio las vendas en el suelo; pero no entró.

Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio las vendas en el suelo y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no por el suelo con las vendas, sino enrollado en un sitio aparte.

Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó.

Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos.


Palabra de Dios




EVANGELIO COMENTADO POR PAGOLA: VOLVER A GALILEA


Los evangelios han recogido el recuerdo de unas mujeres admirables que, al amanecer del sábado, se han acercado al sepulcro donde ha sido enterrado Jesús. No lo pueden olvidar. Le siguen amando más que a nadie. Mientras tanto, los varones han huido y permanecen tal vez escondidos.

El mensaje que escuchan al llegar es de una importancia excepcional. El evangelio de Mateo dice así: «Sé que buscáis a Jesús, el crucificado. No está aquí. Ha resucitado, como dijo. Venid a ver el sitio donde yacía». Es un error buscar a Jesús en el mundo de la muerte. Está vivo para siempre. Nunca lo podremos encontrar donde la vida está muerta.

No lo hemos de olvidar. Si queremos encontrar a Cristo resucitado, lleno de vida y fuerza creadora, no hemos de buscarlo en una religión muerta, reducida al cumplimiento externo de preceptos y ritos rutinarios, en una fe apagada que se sostiene en tópicos y fórmulas gastadas, vacías de amor vivo a Jesús.

Entonces, ¿dónde lo podemos encontrar? Las mujeres reciben este encargo: «Id enseguida a decir a los discípulos: “Ha resucitado de entre los muertos y va delante de vosotros a Galilea. Allí lo veréis”». ¿Por qué hay que volver a Galilea para ver al Resucitado? ¿Qué sentido profundo se encierra en esta invitación? ¿Qué se nos está diciendo a los cristianos de hoy?

En Galilea se escuchó, por vez primera y en toda su pureza, la Buena Noticia de Dios y el proyecto humanizador del Padre. Si no volvemos a escucharlos hoy con corazón sencillo y abierto, nos alimentaremos de doctrinas venerables, pero no conoceremos la alegría del Evangelio de Jesús, capaz de «resucitar» nuestra fe.

Además, a orillas del lago de Galilea se fue gestando la primera comunidad de Jesús. Sus seguidores viven junto a él una experiencia única. Su presencia lo llena todo. Él es el centro. Con él aprenden a vivir acogiendo, perdonando, curando la vida y despertando la confianza en el amor insondable de Dios. Si no ponemos cuanto antes a Jesús en el centro de nuestras comunidades, nunca experimentaremos su presencia en medio de nosotros.

Si volvemos a Galilea, la «presencia invisible» de Jesús resucitado adquirirá rasgos humanos al leer los relatos evangélicos, y su «presencia silenciosa» recobrará voz concreta al escuchar sus palabras de aliento.





miércoles, 12 de abril de 2017

FRASES - FAMILIA


PALABRA DE DIOS

MIÉRCOLES SANTO


Lectura del santo evangelio según san Mateo (26,14-25):

En aquel tiempo, uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, a los sumos sacerdotes y les propuso: «¿Qué estáis dispuestos a darme, si os lo entrego?»

Ellos se ajustaron con él en treinta monedas. Y desde entonces andaba buscando ocasión propicia para entregarlo.

El primer día de los Ázimos se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: «¿Dónde quieres que te preparemos la cena de Pascua?» 

Él contestó: «ld a la ciudad, a casa de Fulano, y decidle: "El Maestro dice: Mi momento está cerca; deseo celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos."»

Los discípulos cumplieron las instrucciones de Jesús y prepararon la Pascua. Al atardecer se puso a la mesa con los Doce. 

Mientras comían dijo: «Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar.»

Ellos, consternados, se pusieron a preguntarle uno tras otro: «¿Soy yo acaso, Señor?»

Él respondió: «El que ha mojado en la misma fuente que yo, ése me va a entregar. El Hijo del hombre se va, como está escrito de él; pero, ¡ay del que va a entregar al Hijo del hombre!; más le valdría no haber nacido.»

Entonces preguntó Judas, el que lo iba a entregar: «¿Soy yo acaso, Maestro?»

Él respondió: «Tú lo has dicho.»


Palabra de Dios




COMENTARIO AL EVANGELIO


Hoy se nos presenta la versión de San Mateo de la traición de Judas. Los sumos sacerdotes han acordado con él la suma treinta monedas de plata para que les entregue a su Maestro. La confabulación de las autoridades ha provocado que uno de los discípulos de Jesús claudique. Para ellos, las acciones y las palabras del nazareno no podían quedar impunes, pues rompió con el sistema de la Ley y del Templo, con los sumos sacerdotes, y con los doctores de la Ley. Advertía con claridad al pueblo: “Tengan cuidado con la levadura de los fariseos y saduceos” (Mt 16,6).

En otra ocasión, Jesús dijo: “No es posible guardar vino nuevo en odres viejos” (Mt 9,17). Jesús no vino para remendar ropa vieja con un trozo de tela nueva (Cf Mt 9,16). Es decir, Jesús no vino a restaurar el antiguo sistema cultual judío. Vino a hacer un cambio radical, como Juan Bautista ya lo había anunciado (Mt 3,10-11). Jesús decía todo esto a los maestros de la Ley, y por ello, éstos se escandalizaron y se revelaron. Jesús los llamó “generación adúltera”, palabras muy fuertes para esta élite de Israel (Mt 12, 38-39).

Para Jesús, el sistema religioso judío estaba corrompido. La alianza que había entre religión y dinero para él era idolátrica y alejada plenamente de la voluntad del Padre: “No se puede servir a dos señores; porque o aborrecerá a uno y amará al otro, o se apegará a uno y despreciará al otro. No pueden servir a Dios y a las riquezas” (Mt 6, 24).

Jesús viene a establecer una nueva forma de relacionarnos con Dios basada en la compasión y en el amor gratuito y, por tanto, la práctica de la ley divina es una respuesta libre y amorosa del ser humano que se siente amado por Dios. La ley del Reino, en este sentido, no consiste en un trueque de obras caritativas, sacrificios de animales, o prácticas piadosas para alcanzar la salvación, sino en amor auténtico y desbordado hacia Dios y hacia el prójimo. Romper con el esquema sacrificial del templo le costó a Jesús la pérdida de uno de sus discípulos más cercanos y la entrega de su propia vida.

Preguntémonos seriamente: ¿Quién es el primero en nuestras vidas? ¿A quién rendimos culto con nuestros pensamientos y acciones? En nuestras familias se vive un desajuste severo en la escala de valores: Dios y su justicia debe ser el primero en nuestras decisiones. Su ley debe motivarnos a crear un mundo nuevo, donde la vida y las personas sean valoradas, pues cuando perdemos de vista a Dios en las relaciones sociales y económicas, nos abrimos a la traición y se da un fracaso que cobra vidas humanas. No permitamos que nuestras idolatrías corrompan el culto que le debemos al verdadero Dios. Acompañemos con amor generoso al Varón de Dolores que, por amor a la humanidad, entrega su propia vida. Este es el tiempo oportuno.






sábado, 8 de abril de 2017

EDUCA - FAMILIA

CUATRO TIPOS DE PADRES SEGÚN SU RELACIÓN CON EL COLEGIO - ¿CON CUÁL TE IDENTIFICAS?




Óscar Gonzalez es uno de los grandes defensores de la buena relación entre la familia y la escuela. Lleva varios años luchando por una buena convivencia entre ambas partes y es autor de libros como «Familia y Escuela. Escuela y Familia», además de profesor de Educación Primaria y fundador de la Alianza Educativa. Destaca que actualmente existe una relación de gran desconfianza mutua. «Profesores y padres necesitamos compartir, no competir. Es importante que los padres puedan venir al aula y ver cómo trabajan los profesores en clase. No hay que olvidar que el mayor tiempo de los hijos lo pasan en clase y es lógico que quieran y puedan ver lo que hacen. Familia y escuela nos necesitamos hoy más que nunca porque los padres están mucho más preocupados por la educación de sus hijos».

En este sentido asegura que cuando los padres se implican en la educación, sus hijos obtienen mejores resultados. No obstante, destaca que hay cuatro tipos de padres según la relación que tienen con el colegio de sus hijos:

Los preocupados: aquellos que se acercan al centro escolar y quieren participar en tutorías, reuniones, en la organización de alguna actividad...

Los despreocupados: los que no acuden a las citas pero, sin embargo, son los más críticos y suelen ir contra el profesor en casi todo porque no conocen el motivo ni las circunstancias en las que este profesional toma las decisiones.

Los que se preocupan en exceso: están en el colegio todas las semanas, todos los días. Quieren saberlo todo, hablan con todos, quieren implicarse en cada actividad, opinan, critican...

Los que no están: los que directamente no van nunca al centro escolar, ni siquiera para recoger las notas de su hijo a fin de curso. «Lo fácil es decir que en estos casos son padres que no se preocupan por sus hijos, pero antes de establecer juicios, es necesario saber qué es lo que ocurre y cómo se puede mejorar la relación con ese padre para que la relación sea más fluida».

Óscar González tiene muy claro que el problema de base de una buena relación familia y escuela está en la comunicación. «Tanto unos como otros deben adoptar una actitud de escucha y no focalizarnos solo en "decir". Los padres deben percibir que los docentes les escuchan y les atienden con un diálogo tranquilo, sin meterles prisa por el simple hecho de que hay otro padre que está esperando su turno para hablar con el profesor».





NOTICIAS - FAMILIA

 KiVa - PROGRAMA ANTI ACOSO QUE TRIUNFA EN FINLANDIA




Llega a España KiVa, el programa anti acoso que triunfa en Finlandia

El acoso escolar sigue siendo una lacra presente en mucho colegios españoles. Se calcula que aproximadamente 10% de los niños sufrirán «bullying» en algún momento.Para intentar paliar el problema, se ha presentado en España KiVa, un programa auspiciado por el Gobierno Finlandés que ha conseguido la reducción del acoso escolar en ese país, a la vez que ha fomentado el desarrollo de otros efectos positivos cómo la empatía, la conducta constructiva, la mejora del rendimiento académico y la motivación. También se redujo la ansiedad social y la depresión en la escuela.

Este innovador programa contra el acoso escolar está desarrollado por la Universidad de Turku, Finlandia, y cuenta con la financiación del Ministerio de Educación y Cultura de Finlandia.


La prevención es clave

La doctora Tiina Mäkelä, formadora KiVa de la Universidad de Turku, explicó que, mediante acciones globales dirigidas a todos los alumnos, se pretende influir en las normas del grupo y enseñar a los alumnos a asumir su deber de no fomentar el acoso y apoyar a la víctimas. De esta manera, la prevención se convierte en un arma fundamental.

Kiva tiene acciones especificas que deberán utilizarse cuando se produzca casos de acoso escolar. Están dirigidas a los alumnos involucrados en el acoso, ya sea como perpetradores o como víctimas, así como a compañeros de clase que deben apoyar a la víctima; el objetivo es poner fin al acoso y conseguir escuelas más amables.

El tercer aspecto de KiVa es la supervisión constante de la situación en la escuela y de los cambios que se van produciendo; esto es posible gracias a las herramientas on line que incluye KiVa. Estas herramientas generan comentarios anuales en la escuela acerca de su implementación del programa, así como de los resultados obtenidos.


Eficacia comprobada

Los efectos KiVa se han evaluado en numerosos informes. Además de los estudios basados en los datos analizados por el grupo de investigación de KiVa, los datos recopilados de manera independiente por el Instituto Nacional de Salud y Bienestar demuestran que el acoso ha disminuido en Finlandia desde la implementación a gran escala del programa KiVa.

KiVa se está evaluando actualmente en varios países: están surgiendo los primeros estudios internacionales de los Países Bajos, Estonia, Italia y Gales, que demuestran que KiVa es efectivo fuera de Finlandia también.

KiVa no se ha diseñado para ser un proyecto de un año, sino una parte permanente de las iniciativas contra el acoso de la escuela.

La doctora Mäkelä aclaró que, aunque el núcleo del programa es el mismo en todos los países, se hacen pequeños cambios en función de la idiosincrasia de cada lugar en el que se implementa.



REZA EN FAMILIA

ORACIONES PARA REZAR EN FAMILIA EN SEMANA SANTA





ORACIÓN DEL DOMINGO DE RAMOS - EN EL CRUCIFIJO DE LA CASA 

Señor Jesús, con este mismo ramo te acompañamos hoy 

a recordar tu entrada en Jerusalén, con nuestra presencia en el templo

dijimos que somos tus seguidores y que tú eres el rey de los reyes.

Ahora te pedimos que protejas a nuestra familia de todo mal 

y nos conviertas en testigos de tu amor y tu paz,

para que un día podamos reinar contigo en la Jerusalén celestial,

donde vives y reinas por los siglos de los siglos amén.



ORACIÓN DE JUEVES SANTO - DE LA FAMILIA POR LOS SACERDOTES

Señor Jesús, hoy celebramos nuevamente tu última cena

y recordamos que en ella instituiste el sacerdocio ministerial,

la eucaristía y el mandamiento supremo del amor.

Nuestra familia quiere ahora pedirte por los sacerdotes que nos diste,

para que fueran nuestros pastores. 

Ellos salieron de una familia como la nuestra,

para servir a todos los hombres.

Danos Señor, un corazón de hermanos para comprender sus debilidades

y alentarnos en la misión que les encomendaste.

También queremos decirte que necesitamos sentir hambre del pan

de la eucaristía para que el amor de nuestro hogar 

nunca se debilite, sea fecundo y servicial.



ORACIÓN PARA VIERNES SANTO - FAMILIA RECE DELANTE DE UN CRUCIFIJO

Señor Jesús, hoy revivimos el dolor de tu muerte sintiendo nuevamente 

el dolor del impacto que ella tiene en nuestras vidas.

Gracias porque diste tu vida para salvarnos y sufriste para redimirnos.

En esta pequeña iglesia que es nuestro hogar,

queremos confiarte aquellos sufrimientos y penas 

que a veces no aceptamos con demasiado amor.

Debemos confesar avergonzados que frecuentemente

nos quejamos de las cruces que nos impone la vida familiar,

y no nos damos cuenta que deberíamos abrazarlas 

con el mismo amor que Tú lo hiciste.

Ayúdanos Señor, para que a ejemplo tuyo todo lo compartamos,

las alegrías y las penas, y tengamos siempre presente

que los sacrificios asumidos con amor conducen a la vida nueva

que conquistastes con tu resurrección.

Todo esto te lo pedimos animados por el ejemplo de tu madre,

la Virgen dolorosa, que supo acompañarte 

en el dolor y ahora está junto a ti,

donde vives y reinas por los siglos de los siglos, amén.


SÁBADO SANTO - ORACIÓN PARA REZAR DURANTE EL DÍA

Virgen María, madre de Jesús y madre nuestra, señora de la esperanza,

en este día queremos acompañarte junto a la tumba de tu hijo,

él ha descendido al lugar de los muertos pero no ha sido vencido,

con su resurrección ha triunfado sobre la misma muerte

venciéndola para siempre.

Tú, Virgen de la esperanza, siempre confiaste en el Señor

y por eso ningún sufrimiento te hizo desesperar

ayuda a nuestra familia para que aún en las pruebas más duras y amargas,

sepa esperar como Tú, sabiendo que después de la muerte

llega siempre la resurrección. Amén.


DOMINGO DE PASCUA - BENDECIR LA MESA E INVOCAR LA PROTECCIÓN DE DIOS SOBRE LA CASA.

Hoy es el sagrado día de pascua en que Jesús venciendo a la muerte

volvió a la vida para que nosotros tuviéramos VIDA en abundancia.

Como corresponde a una familia cristiana, imploremos la bendición divina.

sobre nuestra familia y nuestra casa 

(digamos después de cada invocación)

"Bendícenos Señor porque somos tus hijos"

- Porque con la resurrección de Jesús venciste la muerte para siempre...

- Porque sellaste una alianza de amor con todo tu pueblo...

- Porque nos liberaste de la esclavitud del pecado...

- Porque nos diste la gracia de ser una familia cristiana...

- Porque prometiste a quienes te son fieles bendecir a los hijos de sus hijos...

- Porque nos das la oportunidad de renovar nuestras vidas en esta pascua...

- Porque nos permites ganar nuestro pan y nos colmas de tus bienes...

- Porque nos reanimas con tu ayuda en medio de las dificultades...

- Porque un día nos reunirás con los seres queridos en la mesa celestial...

JESUS resucitó! Amén.



INTERÉSATE - FAMILIA

TRADICIONES DE LA IGLESIA EN SEMANA SANTA


Domingo de Ramos


Primer día de la semana de festejos y este día representa la llegada de Jesús a Jerusalén.

Bendición de las palmas

Procesión dentro o fuera de la iglesia

Oración para colocar las palmas benditas en tu hogar:

Bendice Señor nuestro hogar. Que tu Hijo Jesús y la Virgen María reinen en él. Por tu intercesión danos paz, amor y respeto, para que respetándonos y amándonos los sepamos honrar en nuestra vida familiar, Sé tú, el Rey en nuestro hogar. Amén.


Triduo Pascual:

El Triduo Pascual se inicia con la misa Crismal y las siguientes conmemoraciones se realizan en estos tres días:


Jueves Santo   (1. Día del Triduo Pascual)


Misa del santo Crisma, donde se bendicen los tres óleos que se utilizan en la administración de los sacramentos. Esta misa la celebra el Obispo, por lo que en su mayoría se hace en la Catedral donde se encuentra el obispo. Los tres óleos son:

Óleo del Crisma es el óleo perfumado que representa al Espíritu Santo, utilizado en: el bautismo, la confirmación y en la ordenación de los obispos, sacerdotes y diáconos

Óleo de los Catecúmenos que se utiliza en el bautismo y en los de orden sagrado. Es de color verde y extiende en el bautismo el efecto del exorcismo, para que el bautizado reciba la fuerza divina del Espíritu Santoo

Óleo de los Enfermos este aceite que simboliza el vigor y la fuerza del Espíritu Santo, se emplea para remediar las dolencias del alma y del cuerpo de los enfermos; para que puedan vencer el mal con fortaleza y conseguir el perdón de los pecados (es importante notar que este óleo de los enfermos antes de ser bendecido recibe un exorcismo)

Misa de la Última Cena, para conmemorar la institución de la Eucaristía. Durante esta misa el sacerdote realiza el Lavatorio de los Pies

El Lavatorio de los Pies, es parte de la liturgia de la Misa de la Última Cena. En muchas iglesias el sacerdote lava los pies a doce personas escogidas entre los asistentes, este rito recuerda a Jesús cuando lavó los pies de los doce apóstoles antes de iniciar la Última Cena

Al finalizar la misa de la Última Cena se expone el Santísimo en el Monumento. El Monumento es un lugar que las iglesias decoran sobriamente para colocar “Custodia de la Hostia” para ser adorado Cristo Sacramentado, durante la noche. Muchas iglesias solicitan a sus feligreses para que dediquen una hora para custodiar y adorar a Jesús sacramentado.





Viernes Santo  (2. Día del Triduo Pascual)

Es día de ayuno y abstinencia, en este día no se distribuye la comunión. A las 3 de la tarde las iglesias conmemoran la muerte de Jesús con los siguientes ritos:

Exposición y adoración de la cruz

Procesiones

Sermón de las Siete Palabras.


Sábado Santo  (3. Día Triduo Pascual)

La ceremonia de este día es la Misa de la Vigilia Pascual que inicia después de las 6 de la tarde. La Misa de la Vigilia, aunque se celebre antes de la medianoche, es ya la Misa pascual del Domingo de Resurrección.

Celebración de la bendición del fuego (Lucernario): el sacerdote enciende un fuego nuevo y con éste enciende el cirio pascual, que representa a Jesús resucitado. Después se bendice el agua y luego el sacerdote rocía a los presentes con agua bendita

Vigilia Pascual comienza con la bendición del fuego nuevo y del cirio pascual que significan: el fuego que guió al pueblo elegido en el desierto y a Cristo que es la Luz del mundo. Luego, se bendice el agua bautismal y se renuevan las promesas bautismales; para finalmente el sacerdote rociarnos con el agua bendita. En esta misa se leen siete lecturas del Antiguo Testamento y dos del Nuevo Testamento

Misa de Medianoche donde se descubren las imágenes de Cristo resucitado y santoss

Domingo de Resurrección

El Domingo de Resurrección o de Pascua es la celebración más importante para nosotros los católicos, porque es el suceso de la Resurrección de Jesús cuando se inicia nuestra religión. En la misa de este día se enciende el cirio pascual como símbolo de Cristo resucitado y luz de todos nosotros. En este día la costumbre en casi todo el mundo es regalar huevos de dulce o chocolate, o esconder los “huevos de Pascua” para buscarlos.

Es interesante saber que buscar los huevos escondidos simboliza la búsqueda de Cristo resucitado, por todos los cristianos. También que la costumbre de regalar huevos viene de los antiguos egipcios.




FRASES - FAMILIA


PALABRA DE DIOS

EVANGELIO DEL DOMINGO DE RAMOS 2017




NADA LO PUDO DETENER


La ejecución del Bautista no fue algo casual. Según una idea muy extendida en el pueblo judío, el destino que espera al profeta es la incomprensión, el rechazo y, en muchos casos, la muerte. Probablemente, Jesús contó desde muy pronto con la posibilidad de un final violento.

Jesús no fue un suicida ni buscaba el martirio. Nunca quiso el sufrimiento ni para él ni para nadie. Dedicó su vida a combatirlo en la enfermedad, las injusticias, la marginación o la desesperanza. Vivió entregado a “buscar el reino de Dios y su justicia”: ese mundo más digno y dichoso para todos, que busca su Padre.

Si acepta la persecución y el martirio es por fidelidad a ese proyecto de Dios que no quiere ver sufrir a sus hijos e hijas. Por eso, no corre hacia la muerte, pero tampoco se echa atrás. No huye ante las amenazas, tampoco modifica ni suaviza su mensaje.

Le habría sido fácil evitar la ejecución. Habría bastado con callarse y no insistir en lo que podía irritar en el templo o en el palacio del prefecto romano. No lo hizo. Siguió su camino. Prefirió ser ejecutado antes que traicionar su conciencia y ser infiel al proyecto de Dios, su Padre.

Aprendió a vivir en un clima de inseguridad, conflictos y acusaciones. Día a día se fue reafirmando en su misión y siguió anunciando con claridad su mensaje. Se atrevió a difundirlo no solo en las aldeas retiradas de Galilea, sino en el entorno peligroso del templo. Nada lo detuvo.

Morirá fiel al Dios en el que ha confiado siempre. Seguirá acogiendo a todos, incluso a pecadores e indeseables. Si terminan rechazándolo, morirá como un “excluido” pero con su muerte confirmará lo que ha sido su vida entera: confianza total en un Dios que no rechaza ni excluye a nadie de su perdón.

Seguirá buscando el reino de Dios y su justicia, identificándose con los más pobres y despreciados. Si un día lo ejecutan en el suplicio de la cruz, reservado para esclavos, morirá como el más pobre y despreciado, pero con su muerte sellará para siempre su fe en un Dios que quiere la salvación del ser humano de todo lo que lo esclaviza.

Los seguidores de Jesús descubrimos el Misterio último de la realidad, encarnado en su amor y entrega extrema al ser humano. En el amor de ese crucificado está Dios mismo identificado con todos los que sufren, gritando contra todas las injusticias y perdonando a los verdugos de todos los tiempos. En este Dios se puede creer o no creer, pero no es posible burlarse de él. En él confiamos los cristianos. Nada lo detendrá en su empeño de salvar a sus hijos.



COMPROMETER LA VIDA 


Estamos tan familiarizados con la cruz del Calvario que ya no nos causa impresión alguna. La costumbre lo domestica y lo «rebaja» todo. Quizás, esta semana de tan hondo significado para los creyentes, sea una buena ocasión para recordar aspectos demasiado olvidados de Jesús Crucificado.

Empecemos por decir que Jesús no ha muerto de muerte natural. Su muerte no ha sido la extinción esperada de su vida biológica. A Jesús lo han matado violentamente.

Peto no ha muerto tampoco víctima de un accidente casual ni fortuito, sino ajusticiado, después de un proceso solemne llevado a cabo por las fuerzas religiosas y civiles más influyentes de aquella sociedad.

Su muerte ha sido consecuencia de la reacción que provocó con su actuación libre, fraterna y solidaria con los más pobres y abandonados de aquella sociedad.

Esto quiere decir que no se puede vivir el evangelio impunemente. No se puede construir el reino de Dios que es reino de fraternidad, libertad y justicia, sin provocar el rechazo y la persecución de aquéllos a los que no interesa cambio alguno. Imposible la solidaridad con los indefensos sin sufrir la reacción de los poderosos.

Jesús se comprometió a vivir el amor al hombre hasta el final. Y precisamente por eso, vio comprometida su vida. Su compromiso por crear una sociedad más justa y humana fue tan concreto y serio que hasta su misma vida quedó comprometida.

Y, sin embargo, Jesús no fue un guerrillero ni un líder político ni un fanático religioso. Sino un hombre en el que se encarnó y se hizo realidad el amor ilimitado de Dios a todos sus hijos.

Por eso, ahora sabemos cuáles son las fuerzas que se sienten amenazadas cuando el amor verdadero penetra en una sociedad, y cómo reaccionan violentamente tratando de suprimir y ahogar la actuación de quienes buscan una fraternidad más justa y libre.

El evangelio siempre será perseguido por quienes ponen la seguridad y el orden legal por encima de la fraternidad y la justicia (fariseísmo).

El reino de Dios siempre se verá obstaculizado por toda fuerza política que se entienda a sí misma como poder absoluto (Pilato). El mensaje del amor será rechazado en su raíz por toda religión en la que Dios no sea Padre de todos (sacerdotes judíos).

El seguimiento a Jesús conduce siempre a la cruz. Implica disponibilidad a sufrir el conflicto, la polémica, la persecución y hasta la muerte.

Pero la resurrección de Jesús nos descubrirá que éste es el camino de salvación y nos recordará algo que tampoco hoy debemos olvidar: no se salva al hombre matándolo sino muriendo por él.