CARTA ABIERTA DE UN SACERDOTE A LOS JÓVENES
Querido amigo, te pido unos minutos para que leas esta carta HASTA EL FINAL:
Te querque recibí se añadieron las estadísticas que me llegaron sobre la vida religiosa. Este año 2300 religiosos han pedido la suspensión de sus votos (entre estos son entorno a 600 sacerdotes que pidieron la dispensa del celibato). Unido a este dato «escalofriante» está la media de edad altísima en muchas congregaciones religiosas.
Cada año se cierran muchos conventos en España por falta de vocaciones y posibilidad de sobrevivencia… Son muchas las razones que confluyen para que sea tan elevada la edad de sacerdotes y religiosos y muchas congregaciones parezcan estar destinadas a extinguirse, al menos en España y en Europa. No voy a entrar en el análisis. La razón de mi carta es para confiarte mi reacción ante estos datos.
La PRIMERA es la de haber sentido una llamada personal a la fidelidad y entrega en la vocación que gratuitamente he recibido sin merecerla y unido a esto a «redoblar» mi oración por esta fidelidad en los seminaristas, sacerdotes y religiosos y por las vocaciones consagradas en la Iglesia.
La SEGUNDA es la de no callarme y hacer una invitación a todos los jóvenes que conozco a que os planteéis en serio la posibilidad de la llamada al sacerdocio y a la vida religiosa.
Recuerdo cuando tenía 15 años que mi Director Espiritual siempre nos decía a los jóvenes… ¿si no salen de aquí las vocaciones de donde van a salir? Aquello me hacía plantearme en la oración …¿estas palabras irán por mi? Pienso que hay muchos jóvenes cristianos, comprometidos, que no se plantean en serio esta posibilidad. Dan como por supuesto que no va con ellos… antes de haberse parado a pensarlo en serio… Y es tan grande la mies…
Está claro que este planteamiento en serio solo es posible si uno tiene horizontes de eternidad, si lucha por vivir en gracia, hace Ejercicios, tiene celo por llevar a Jesús a los demás, reza a diario y se pone en serio delante de la Cruz y el Sagrario a preguntarle a Jesús ¿Qué quieres de mi? en actitud de disponibilidad a lo que El pueda querer, poniendo un cheque en blanco ante su presencia para que EL ponga lo que quiera.
Por eso desde esta preocupación porque en la Iglesia no dejen de haber sacerdotes, religiosos y religiosas que sean «sal de la tierra» y «luz del mundo», te invito a que reces más, a que te encuentres de corazón a Corazón con Jesús y le preguntes ¿Señor, qué quieres de mi?…
Y la TERCERA llamada que he sentido es a pedirte que pidas y hagas que otros pidan a que haya muchos jóvenes de entre vosotros que sean valientes y generosos para dejarlo todo para seguir de cerca al Señor en el sacerdocio o la vida religiosa.
Este amigo cura que te escribe y lleva ya casi 23 años ordenado quería hacerte esta confidencia…Y con el corazón en la mano te dice…¡Vale la pena entregar la vida entera por la causa de Cristo y su evangelio!… Como nos dijo San Juan Pablo II en Madrid: «Si sientes la llamada del Señor en tu interior, se generoso, no la acalles».
Gracias por leerme. Reza por mi y por todos los sacerdotes y consagrados. Yo lo hago por ti a la Virgen en el 4° misterio del rosario de todos los días (incluyo a todos los jóvenes). La Señora cuida de todos sus jóvenes y os muestra el camino para llegar a Jesús.
Puedes pasar este correo a todos los amigos que pienses que les pueda hacer bien.
Que Dios te bendiga
José María Alsina, sacerdote diocesano de Toledo
Fecha de Publicación: 07 de Febrero de 2017
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