Deberes divertidos, ¿es posible?
Si
cada tarde temes el momento de ayudar a tus hijos con los deberes, te
ayudamos
a convertirlo en algo divertido.
Los deberes están en el centro de
la polémica. Son muchos los padres que consideran que las horas que sus hijos
pasan en el colegio son más que suficientes para realizar las tareas
pertinentes y que, por tanto, no es necesario que los niños lleven deberes a casa.
Bien es cierto que este colectivo se está haciendo escuchar cada día más, sin
embargo, la mayoría de los niños en edad escolar salen de sus centros
educativos con las mochilas cargadas de tareas, por lo que, mientras se logra
cambiar esta tendencia, lo mejor es procurar tener una actitud positiva
ante los deberes para evitar que se conviertan en un lastre agotador.
Bien es cierto que para eso se
requieren altas dosis de paciencia, de creatividad y un esfuerzo extra por
parte de los padres que han de implicarse en las tareas de sus hijos y
realizar un seguimiento cercano de sus estudios. Se trata de acompañar a los
pequeños creando juegos con los que les resulte divertido adquirir los
conocimientos que trabajan en el colegio.
Establece una actividad positiva en la que se celebre cada
logro
Para lograrlo se puede empezar
estableciendo una actitud positiva en la que se celebre cada logro,
favoreciendo así también la responsabilidad del menor. Para eso, es necesario
también tener bien claros los objetivos. También puedes utilizar
incentivos como pegatinas o caritas felices para los niños más
pequeños o estímulos adaptados a los pequeños de más edad.
Es importante que los niños
entiendan que los deberes son su responsabilidad pero también han de comprender
que en la vida hay cosas más importantes que las tareas escolares para que no
les creen frustración o tensiones innecesarias que puedan causarles estrés.
El juego
No podía quedar fuera de esta
postura ante los deberes el juego como mejor método de aprendizaje. Así, el
juego puede abordarse desde dos perspectivas. De un lado, aprovechar las
virtudes de las nuevas tecnologías haciéndose con aplicaciones que puedan
servir de inspiración o de ayuda para realizar las tareas.
El mejor método de aprendizaje es
el juego
Por otro lado, tirando de
imaginación y creando juegos, canciones o retahílas que ayuden a los niños a
aprender los temas y que conviertan los deberes en algo divertido. Un ejemplo
lo encontramos en Sparks and rockets que ofrece algunas
sugerencias para hacer de las tardes de estudio en casa una experiencia
positiva de la mano de la creative coach Nuria Pérez Paredes.
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