Si bien es un tema presente a lo largo de toda la vida, los momentos claves del desarrollo de la autoestima son la infancia y la edad juvenil.
Durante la niñez y juventud es fundamental sentirnos queridos, valorados, protegidos y aceptados por aquellas personas que nos son importantes y significativas, en especial, por parte de nuestros padres, nuestros familiares y por supuesto también nuestros profesores. Tener un buen vínculo afectivo con nuestros padres, el sentirnos amados cuando niños/as, permite que desarrollemos una buena base afectiva, un autoconcepto (idea que tenemos de nosotros mismos) y una autoestima (valoración que tenemos hacia nosotros mismos) positiva.
Por eso, uno de los aspectos fundamentales y de mayor influencia en el desarrollo del niño/a es la calidez y afecto al interior de la relación padres/hijos.
¿Cómo están los vínculos afectivos en tu familia?
No hay comentarios:
Publicar un comentario