domingo, 8 de noviembre de 2015

¿Cómo están los vínculos afectivos y la autoestima en tu familia?

Si entre padres e hijos existe un buen vínculo afectivo, que exprese cuidado y respeto, lo más probable es que esos hijos desarrollen un buen autoconcepto y autoestima, se reconozcan y se sientan personas dignas de ser amadas, importantes y valiosas, repercutiendo sobre su desarrollo y sus aprendizajes.

Si bien es un tema presente a lo largo de toda la vida, los momentos claves del desarrollo de la autoestima son la infancia y la edad juvenil.

Durante la niñez y juventud es fundamental sentirnos queridos, valorados, protegidos y aceptados por aquellas personas que nos son importantes y significativas, en especial, por parte de nuestros padres, nuestros familiares y por supuesto también nuestros profesores. Tener un buen vínculo afectivo con nuestros padres, el sentirnos amados cuando niños/as, permite que desarrollemos una buena base afectiva, un autoconcepto (idea que tenemos de nosotros mismos) y una autoestima (valoración que tenemos hacia nosotros mismos) positiva.

Por eso, uno de los aspectos fundamentales y de mayor influencia en el desarrollo del niño/a es la calidez y afecto al interior de la relación padres/hijos.


¿Cómo están los vínculos afectivos en tu familia?


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