martes, 17 de julio de 2018

REZA EN FAMILIA

ORACIÓN A LA VIRGEN DEL CARMEN EN TIEMPOS DIFÍCILES



SÚPLICA PARA TIEMPOS DIFÍCILES


"Tengo mil dificultades: ayúdame.

De los enemigos del alma: sálvame.

En mis desaciertos: ilumíname.

En mis dudas y penas: confórtame.

En mis enfermedades: fortaléceme.

Cuando me desprecien: anímame.

En las tentaciones: defiéndeme.

En horas difíciles: consuélame.

Con tu corazón maternal: ámame.

Con tu inmenso poder: protégeme.

Y en tus brazos al expirar: recíbeme.

Virgen del Carmen, ruega por nosotros.

Amén."




CINE EN FAMILIA

PELÍCULA: LA AYUDA VIENE DEL CIELO




SIPNOSIS


Un matrimonio pierde un hijo con 5 años, a causa de un accidente, y tras comprobar que no pueden tener otro niño por causas psicológicas, deciden intentar un acogimiento de un niño.

De repente se les presenta un niño del centro en su casa y les transforma su vida, ayudándoles a superar el duelo irresuelto por su anterior hijo muerto, y a afrontar una nueva vida feliz.

Esta película es interesante por muchos motivos. Pero el principal es que puede ser vista con un mensaje subliminal: Los niños acogidos pueden venir a ayudarnos a cambiar como personas, superar antiguos duelos y actuar como si fueran los detonantes para afrontar una verdadera paternidad y maternidad.

Esta película menor, que parece a veces más un telefilm, que una película, se deja ver muy bien, con momentos emotivos que pueden llegar muy hondo sobre todo a familias que no pueden tener hijos, o que los han perdido. Y muestra la psicología de las parejas que tanto han perdido hijos y tienen un duelo sin resolver, como las que tampoco pueden ser fértiles y tienen un nuevo duelo, y como eso influye en una posible adopción o acogimiento. De hecho el padre no ha superado sus duelo, y no permite al hijo que le diga papá , hasta que éste le trasforma con su forma de ser. Y expresan el duelo irresuelto con la habitación cerrada y sin tocar, del hijo muerto, a la que no entran ni dejan entrar.

La recomiendo tanto para ver el fenómeno del acogimiento, como para pensar en los temas de duelos que hay que trabajarse a la hora de adoptar o acoger.





CRÍTICA DE LA PELÍCULA


Una linda y tierna película, nos demuestra que no se debe perder la creencia y que todo es,cuando deberá ser. Nos transmite un mensaje de Amor a los hijos y a la familia. A pesar de las adversidades de la vida, nos invita a reflexionar a que amemos sin esperar nada a cambio – Cuando un hijo amado te pregunta - ¿Estás aquí, madre mía? porque no te logro ver – ella te responde con amor y dulzura - Estoy aquí, con tu sueño, duerme, hijo mío, con fe - Si la humanidad se diera cuenta del por qué, se estremecería ante la brisa del bambú que resiste a la tormenta… ¡¡DESPIERTA TU CONSCIENCIA!!... Que disfrutes esta película.




FRASES - FAMILIA





PALABRA DE DIOS DOMINICAL

DOMINGO XV TIEMPO ORDINARIO - 15 JULIO - 2018





LECTURA DEL EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS (6, 7 - 13)


En aquel tiempo, llamó Jesús a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto.

Y añadió: «Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si un lugar no os recibe ni os escucha, al marcharos sacudíos el polvo de los pies, para probar su culpa.»

Ellos salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.


Palabra del Señor





EVANGELIO COMENTADO POR JOSÉ ANTONIO PAGOLA


NUEVA ETAPA EVANGELIZADORA

El papa Francisco nos está llamando a una «nueva etapa evangelizadora marcada por la alegría de Jesús». ¿En qué puede consistir? ¿Dónde puede estar su novedad? ¿Qué hemos de cambiar? ¿Cuál fue realmente la intención de Jesús al enviar a sus discípulos a prolongar su tarea evangelizadora?

El relato de Marcos deja claro que solo Jesús es la fuente, el inspirador y el modelo de la acción evangelizadora de sus seguidores. No harán nada en nombre propio. Son «enviados» de Jesús. No se predicarán a sí mismos: solo anunciarán su Evangelio. No tendrán otros intereses: solo se dedicarán a abrir caminos al reino de Dios.

La única manera de impulsar una «nueva etapa evangelizadora marcada por la alegría de Jesús» es purificar e intensificar esta vinculación con Jesús. No habrá nueva evangelización si no hay nuevos evangelizadores, y no habrá nuevos evangelizadores si no hay un contacto más vivo, lúcido y apasionado con Jesús. Sin él haremos todo menos introducir su Espíritu en el mundo.

Al enviarlos, Jesús no deja a sus discípulos abandonados a sus fuerzas. Les da su «poder», que no es un poder para controlar, gobernar o dominar a los demás, sino su fuerza para «expulsar espíritus inmundos», liberando a las personas de lo que las esclaviza, oprime y deshumaniza.

Los discípulos saben muy bien qué les encarga Jesús. Nunca lo han visto gobernando a nadie. Siempre lo han conocido curando heridas, aliviando el sufrimiento, regenerando vidas, liberando de miedos, contagiando confianza en Dios. «Curar» y «liberar» son tareas prioritarias en la actuación de Jesús. Darían un rostro radicalmente diferente a nuestra evangelización.

Jesús los envía con lo necesario para caminar. Según Marcos, solo llevarán bastón, sandalias y una túnica. No necesitan de más para ser testigos de lo esencial. Jesús los quiere ver libres y sin ataduras; siempre disponibles, sin instalarse en el bienestar; confiando en la fuerza del Evangelio.

Sin recuperar este estilo evangélico no hay «nueva etapa evangelizadora». Lo importante no es poner en marcha nuevas actividades y estrategias, sino desprendernos de costumbres, estructuras y servidumbres que nos están impidiendo ser libres para contagiar lo esencial del Evangelio con verdad y sencillez.

En la Iglesia hemos perdido ese estilo itinerante que sugiere Jesús. Su caminar es lento y pesado. No sabemos acompañar a la humanidad. No tenemos agilidad para pasar de una cultura ya pasada a la cultura actual. Nos agarramos al poder que hemos tenido. Nos enredamos en intereses que no coinciden con el reino de Dios. Necesitamos conversión.