domingo, 11 de junio de 2017

EDUCA - FAMILIA

PARÁBOLA JUDÍA


Cuenta una antigua alegoría judía, que una vez un hombre muy rico fue a pedirle un consejo a un sabio rabino, pues, aún con sus riquezas, no conseguía el aprecio de la gente de su ciudad.

El rabino tomó su mano, lo acercó a la ventana y le dijo -"Mira"-.

El rico miró por la ventana a la calle.

El rabino le preguntó: -"¿Qué ves?"-.

El hombre le respondió: -"Veo gente"-.

El rabino volvió a tomarlo de la mano y lo llevó ante un espejo y le dijo:

-"¿Qué ves ahora?"-.

El rico le respondió: -"Ahora me veo yo".

-"¿Entiendes? En la ventana hay vidrio y en el espejo hay vidrio.

Pero el vidrio del espejo tiene un poco de plata.

Y cuando hay un poco de plata uno deja de ver gente y comienza a verse solo a sí mismo".-




REFLEXIONAMOS SOBRE LA PARÁBOLA


Qué, cómo van nuestros espejos? Vemos o sólo “Nos Vemos”? Yo creo que este cuento se puede aplicar no sólo al hecho de tener dinero, sino al hecho de tener dones y no compartirlos, no compartir nuestra alegría, nuestros sentimientos, nuestra sonrisa, nuestros abrazos…

Creo que hoy el dicho Franciscano que tanto me gusta: “El que no da lo que tiene…lo pierde”, se podría ampliar a algo así: “El que no da lo que tiene… sólo se ve a sí mismo”


No hay comentarios:

Publicar un comentario