sábado, 25 de junio de 2016

PALABRA DE DIOS

EVANGELIO DEL DOMINGO XIII DEL TIEMPO ORDINARIO



Lectura del santo evangelio según san Lucas (9,51-62):


Cuando se iba cumpliendo el tiempo de ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén. Y envió mensajeros por delante. De camino, entraron en una aldea de Samaría para prepararle alojamiento. Pero no lo recibieron, porque se dirigía a Jerusalén. Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le preguntaron: «Señor, ¿quieres que mandemos bajar fuego del cielo que acabe con ellos?»Él se volvió y les regañó. Y se marcharon a otra aldea.

 Mientras iban de camino, le dijo uno: «Te seguiré adonde vayas.»Jesús le respondió: «Las zorras tienen madriguera, y los pájaros nido, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza.»A otro le dijo: «Sígueme.»Él respondió: «Déjame primero ir a enterrar a mi padre.»Le contestó: «Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el reino de Dios.»Otro le dijo: «Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de mi familia.»Jesús le contestó: «El que echa mano al arado y sigue mirando atrás no vale para el reino de Dios.


Palabra de Dios

COMENTARIO AL EVANGELIO


1) Los seres humanos hemos tenido una manía constante de pretender arreglar nuestros problemas a base de violencia. - Cuando los grupos humanos, políticos o sociales, familiares o religiosos, se fanatizan, asumen como arma la violencia física o psicológica.
Hoy lo estamos viviendo en una sociedad cada vez más violenta y agresiva. La violencia está en las calles, en las escuelas y universidades, en la política, en nuestros hogares, en los medios de comunicación, en las religiones fanáticas, Durante el día y en la oscuridad de la no 

2) La violencia parece que va unida a nuestros genes. Ni los mismos discípulos de Jesús se escaparon de este mal común. Al ver que no eran bien recibidos por los samaritanos, nos dice el evangelio de hoy, fueron a Jesús a decirle: “Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo y los consuma?” - Y es que creemos: Que la violencia sólo se resuelve con violencia. Que la razón tiene que imponerse como sea, aunque sea con violencia y agresividad.- El gran defensor de los derechos humanos Martín Luther King decía: “La violencia crea más problemas sociales que los que resuelve”. El gran defensor de la no-violencia, Gandhi decía: “Si practicamos la consigna de ojo por ojo, todo el mundo acabará ciego”. Hace falta eliminar los problemas, las injusticias, las desavenencias, las prepotencias, nunca las personas. No podemos ir por el mundo pensando que la violencia arregla los problemas. No arregla nada. Más bien lo complica todo.

3) Jesús nunca toleró la violencia. – Cuando en el Huerto de los Olivos en el momento en que Jesús era arrestado, los discípulos quisieron dejarse llevar por ella, sufrieron una clara represión de Jesús. Al discípulo que utilizó la espada e hirió con ella al siervo del Sumo Sacerdote, el Maestro le reprendió y le dijo: “Vuelve tu espada a su sitio, porque todos los que empuñen espada, a espada morirán”. Por eso nos dice a todos: “Haced bien a quienes os odian… Tratad a los hombres como queréis que ellos os traten”. Él mismo nos dio ejemplo de lo que decía perdonando aún a los mismos que le crucificaron.

4) Ante esta historia de violencia que sufren todos nuestros pueblos, los cristianos tenemos que tener como únicas armas, las armas del amor y de la no-violencia - El célebre sacerdote y escritor Phil Bosman decía: “Quiero cambiar el mundo; pero amo demasiado a los hombres para querer hacerlo por la violencia.”Y Gandhi llegó a decir: “Quisiera sufrir todas las humillaciones, todas las torturas, el ostracismo absoluto y hasta la muerte, para impedir la violencia.. 

5) Por otra parte Jesús es exigente, no es un Maestro blando ante las responsabilidades:"Nadie que mira atrás cuando ya tiene la mano al arado no es bueno para el Reino de Dios."¿Cómo suena esto en un tiempo en que el compromiso y la fidelidad en el Matrimonio, p. e., o en la vida, no se lleva? Jesús quiere que nos demos cuenta de todo lo que está en juego si queremos ser discípulos suyos. Nuestra fe no debe ser como una flor que todavía no se ha abierto, o ya se marchitado. Hace falta escoger. Y optar a menudo es arriesgar y renunciar. Sin rebajas ni sucedáneos. Y para siempre, palabra que fácilmente se quita del diccionario hoy. Jesucristo nos quiere sin reservas ni rebajas. Si me sigues, no juegues a " ahora sí / ahora no"... Confía constantemente. La promesa que te hago es la de acompañarte y ayudarte siempre hasta el final del camino donde recibiremos el abrazo de Dios Padre y el premio:”Porque has amado” entra en el gozo de tu Señor..” 















































































































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